La discapacidad intelectual se expresa cuando una persona con limitaciones significativas interactúa con el entorno. Por lo tanto, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que presenta el entorno. Según sea un entorno más o menos facilitador, la discapacidad se expresará de manera diferente. La discapacidad intelectual NO ES una enfermedad mental.
Discapacidad intelectual
Trastorno del desarrollo intelectual
La discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) es un trastorno que comienza durante el período de desarrollo y que incluye limitaciones del funcionamiento intelectual como también del comportamiento adaptativo en los dominios conceptual, social y práctico. Se deben cumplir los tres criterios siguientes:
A. Deficiencias de las funciones intelectuales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la experiencia, confirmados mediante la evaluación clínica y pruebas de inteligencia estandarizadas individualizadas.
B. Deficiencias del comportamiento adaptativo que producen fracaso del cumplimiento de los estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social. Sin apoyo continuo, las deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en una o más actividades de la vida cotidiana, como la comunicación, la participación social y la vida independiente en múltiples entornos tales como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad.
C. Inicio de las deficiencias intelectuales y adaptativas durante el período de desarrollo.
Nota: El término diagnóstico discapacidad intelectual es equivalente al diagnóstico CIE-11 trastornos del desarrollo intelectual. Aunque a lo largo del manual se utiliza el término discapacidad intelectual, en el título se usan ambos términos para facilitar la relación con otros sistemas de clasificación. Además, una cláusula federal de Estados Unidos (Public Law 111-256, Rosa’s Law) sustituye el término retraso mental por discapacidad intelectual, y las revistas de investigación utilizan el término discapacidad intelectual. Así pues, discapacidad intelectual es el término de uso habitual en la profesión médica, educativa y otras, así como en la legislación pública y grupos de influencia.
Especificar la gravedad actual:
Retraso global del desarrollo
Este diagnóstico se reserva para individuos menores de 5 años cuando el nivel de gravedad clínica no se puede valorar de forma fiable durante los primeros años de la infancia. Esta categoría se diagnostica cuando un sujeto no cumple con los hitos de desarrollo esperados en varios campos del funcionamiento intelectual, y se aplica a individuos en los que no se puede llevar a cabo una valoración sistemática del funcionamiento intelectual, incluidos niños demasiado pequeños para participar en las pruebas estandarizadas. Esta categoría se debe volver a valorar después de un período de tiempo.
Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) no especificada
Esta categoría se reserva para individuos mayores de 5 años cuando la valoración del grado de discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) mediante procedimientos localmente disponibles es difícil o imposible debido a deterioros sensoriales o físicos asociados, como ceguera o sordera prelingual, discapacidad locomotora o presencia de problemas de comportamiento graves o la existencia concurrente de trastorno mental. Esta categoría sólo se
utilizará en circunstancias excepcionales y se debe volver a valorar después de un período de tiempo.
La psicoanalista Sylvie le Poulichet escribió un libro memorable "Las Narcosis del Deseo" donde describió la operatoria del Fharmakon: "La operación del Farmakon está del lado de las formaciones narcisistas, afín a la lesión de órgano, en donde la alienación es por el recurso a lo real. Detienen el movimiento del deseo. Se presentan como si el cuerpo aun no pudiera situarse porque no supiera “ausentarse” para elaborarse en la palabra y el silencio".
Investigadores de Yale recurren a "psíquicos", personas que dicen "oír voces" sin un diagnóstico de enfermedad mental, para ayudar a encontrar más información acerca de las alucinaciones auditivas en psicóticos.